martes, 30 de septiembre de 2014

Dos bodas vintage y una tarta de pañales...

No, no es la segunda parte de la comedia romántica de Hugh Grant ni nada que se le parezca...
 
Después de muchísimo tiempo realizando detalles para bodas, colaborando activamente como "consejera" (unas veces más que otras) en un foro de novias y de tener mi propio blog sobre temas nupciales, una piensa que ya no van a encargarte nunca nada que no hayas hecho u oido ya, pero de nuevo siempre hay lugar para la sorpresa.
 
En mi andadura como "novia destacada" en el foro que mencionaba, siempre proponía como regalo emotivo para las madres, reproducir el ramo que ellas mismas llevaban el día de su boda (ya fuese de flor natural o de tela, fieltro, goma Eva...) y acompañar éste de una foto de ese día para que en medio de tanta emoción se diesen cuenta del detalle, pues la novia que se puso en contacto con nosotros le dio una vuelta de tuerca maravillosa a este concepto, a mí me ilusionó nada más proponérmelo y fue una satisfacción enorme realizarlo.
 
No me voy más por las ramas y os cuento su idea. Se trata de regalarles unas figuritas personalizadas de ellos mismos el día de su boda, con todos los detalles, peinados, vestidos, ramos y complementos de los años 70.
  
 
Aquí tenéis una de las parejas. Una novia muy elegante que en lugar del clásico velo, apostó por una pamela decorada para la ocasión.
Puedo decir que es una de las parejas que más satisfacción me ha dado poder resolver, ya que en un principio tanto el realizar el sombrero, como la chaquetilla plisada de la novia y el bigote del novio, me dieron más de un quebradero de cabeza, porque no las tenía todas conmigo de que el resultado llegase a estar a la altura, pero finalmente quedé muy contenta con el resultado.
 
 
Y aquí la segunda pareja con la que, sin desmerecer, me sentí muy identificada, ya que el vestido era bastante parecido al que llevó mi madre cuando se casó. Siempre ha estado colgado de su armario y me lo he probado mil veces soñando con el que un día sería el día de mi propia boda. (Esto sonaba menos cursi en mi cabeza, lo prometo...)
Me encanta también el peinado de la novia ¡Y las patillas del novio!
 
 

 
 Además los novios querían tener un detalle con su futuro sobrino y Esther, la novia, me pidió ideas de regalos para bebés, así que le mostré una cesta-canastilla con nombre y un chupetero hechos a mano que preparé hace tiempo para mi amiga Laura cuando aún estaba embarazada de su pequeña Emma (y que nunca os había enseñado)
 
 
Y una tarta de pañales que hicimos unas amigas y yo para el bebé de nuestra amiga Maite (que por cierto comparte nombre con el sobrinito de los novios).
 
 
Así que eligieron un combinado, es decir, una tarta de pañales con un montón de detalles de canastilla.
Además del nombre del bebé hecho en fieltro y un chupetero personalizado, lleva unas sabanitas, una mantita, un peluche, dos chupetes, dos baberos, un recipiente para papillas de esos apilables, un guardachupete, un sonajero, un mordedor, un biberón... y un montón de cositas más que ya ni recuerdo. ¡Iba bien repleto!


La tarta de pañales y la mayoría de su contenido va en los colores de la boda, que fueron el celeste y el amarillo, que además son unos colores que van muy bien para detalles infantiles.
El chupetero recrea los personajes de la sabanita a petición de la novia para que fuesen a conjunto.
 
 
Como detalle incluí una tarjeta hecha a mano para que los novios pudiesen escribir una dedicatoria.
 
 
Ya he podido ver alguna foto de la boda y los novios iban guapísimos.
Os deseo muchísima felicidad, pareja.
 
Y a vosotros muchísimas gracias por estar siempre ahí.

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